Los piojos son insectos hematófagos (se alimentan de sangre) y parasitarios (viven a costa de los demás) que se instalan en los pelos de la cabeza de las personas (Pediculus humanos capitis) y en algunos casos puede afectar a cejas, pestañas y barba. También los hay que se instalan en todo el cuerpo y en la ropa (Pediculus humanos corporis), y otros que lo hacen en el pubis (Pediculus pubis).

¿Cómo son los piojos?
Ya hemos dicho que es un insecto muy pequeño. El tamaño de un piojo varía entre 2 y 4 milímetros. Los machos son más pequeños que las hembras. Son alargados y de color gris, blanco y amarillo. Se alimentan únicamente de sangre y cuando están llenos son rojos.
También podemos distinguir entre los huevos llenos y los vacíos. Los llenos son de color blanco y no brillan, en cambio los vacíos son casi transparentes. Estos miden entre 0.6-1 mm, a veces pueden parecer caspa. Pero, a diferencia de la caspa, si agitas la cabeza o cepillas el cabello, las liendres o los huevos no caen.
La vida de un piojo
Un piojo vive en tres estados: huevo o liendre, ninfa y adulto. Y suele vivir entre 30 y 40 días ¡si no se mata antes!.
La hembra pone unos 10 huevos al día, lo que significa que en toda su vida puede poner unos 200. Entre 5 y 11 días después de haber puesto los huevos (período de maduración), aparecen las ninfas, que después de tres transformaciones sucesivas, al cabo de 15 días, ya son adultos. Así que el ciclo vital de un piojo es de 18 días.
Detección
Cuando el niño se rasca insistentemente o bien la escuela avisa de la presencia de piojos, debemos comprobar su infestación. Si parece que hay piojos, el mejor método para comprobarlo es cepillar el pelo o pasar un peine de púas finas sobre un papel blanco. Los huevos o liendres caerán sobre el papel y se verán pequeños puntos blancos. Si comprobamos la presencia de huevos muy probablemente habrá piojos.
Contagio y prevención
La forma de transmisión más corriente de los piojos es el contagio directo. Además del uso de cepillos, peines, gorras y bufandas compartidas. La infestación es muy normal entre escolares sea cual sea su nivel social. Por tanto, es necesario mantener medidas higiénicas adecuadas:
Revisar la cabeza de los niños, sobre todo detrás de las orejas, en la nuca y en el flequillo.
Lavarles con frecuencia el pelo: dos o tres veces por semana.
Peinar diariamente el pelo. Limpiar sumergiendo en agua hirviendo los peines, cepillos y toallas a menudo, y no compartirlos.
Llevar el pelo recogido.
Actuación
Nada más tener constancia de la infestación, hay que consultar al farmacéutico y seguir unas pautas de actuación:
Prevención del contagio a otras personas:
Hay que comunicarlo a las personas que conviven con el infestado o tienen contacto con él. Por tanto, hay que comunicarlo a la escuela.
Se tienen que desinfectar la ropa y las sábanas, los peines y cepillos, los juguetes y las alfombras y tapizados.
Ropa y sábanas: lavar a 55ºC al menos 20 minutos
Ropa que no se puede lavar: limpiar en seco o aplicar insecticida químico en polvo.
Peines y cepillos: lavar a 55ºC durante 5-10 min o sumergirlos 30 min en solución peliculicida.
Juguetes (sobre todo los de trapo): Lavar a 55ºC durante 5-10 min o sellarlos en una bolsa de plástico hermética durante 2 semanas.
Limpiar y aspirar los suelos, alfombras y tapizados de la habitación. Emplear productos repelentes de piojos en los entornos donde exista infestación.
Tratamiento
Consiste en primer lugar en provocar la muerte de los piojos y liendres mediante productos pediculicidas que actúan frente al piojo adulto, y con menor eficacia frente a la liendre. La aplicación del tratamiento sobre el cabello seco, insistiendo en una correcta distribución del producto. No escatimar en la zona de detrás de las orejas y en la nuca. Mejor no cubrir la cabeza, pero si se hace, hacerlo con una gorro de plástico.
Los pediculicidas pueden clasificarse en:
Sustancias de acción química: que actúan intoxicando al parásito cuando se aplican.Las más comunes son las permetrinas.
Sustancias de acción física: cuyo efecto es meramente externo, sin producir toxicidad ni irritación. Recomendables en personas con pieles sensibles. Un ejemplo son la dimeticona y los aceites esenciales.
Después del tiempo de actuación mencionado en las instrucciones del producto, lavar la cabeza con champú y aclarar con agua y un acondicionador desprendeliendres.
Posteriormente, se retirarán de forma mecánica, con ayuda de una liendrera que permita dividir el pelo por zonas; esta «operación» debe llevarse a cabo sin descuidar el más mínimo espacio.
Por último, se aplicarán medidas preventivas que eviten reinfestaciones. Es importante, del mismo modo, insistir de nuevo en el tratamiento a los 7-10 días, ya que es cuando nacen las ninfas (piojo recién salido del huevo) y el mejor momento para lograr una eliminación total del parásito en todas sus etapas.
Los niños no parasitados no se tienen que tratar. Es más, se desaconseja el uso de lociones y champús de tratamiento como prevención por cuatro razones:
El tiempo de contacto es corto.
La concentración del fármaco es baja.
La penetración del insecticida es reducida cuando el piojo está inmerso en el agua.
Las aplicaciones inadecuadas pueden favorecer la creación de resistencias.
Curiosidades
La infestación por piojos en la especie humana hace más de 3000 años que se conoce. Hasta 1939 no se dispuso de un producto realmente eficaz, el clorofenotano o DDT. Resultó un buen pediculicida, pero su elevada toxicidad, la aparición de resistencias y sus nocivos para el medio ambiente han limitado su uso.
Y recuerda, la pediculosis no tiene nada que ver con la falta de higiene, ni tiene que ser motivo de vergüenza.
Nos despedimos hasta muy pronto, esperamos que os haya sido de utilidad y que para cualquier aclaración o consulta no dudéis en dejar vuestro comentario o venir a vernos a la farmacia.