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Insomnio

Esta semana os queremos hablar del insomnio, de su definición y de cómo tratarlo.


Definir el insomnio se hace difícil por lo complejo que puede llegar a ser, pero una buena definición es "una dificultad persistente en el inicio del sueño, de su duración, consolidación o calidad, que se produce a pesar de la existencia de adecuadas circunstancias y oportunidad para éste, y que se acompaña de un nivel significativo de malestar o deterioro de las áreas social, educativa, académica, conductual o de otros aspectos importantes del funcionamiento humano".

El insomnio es el trastorno del sueño más frecuente, y es más habitual a medida que la persona envejece.

Hay diferentes clasificaciones del insomnio, ya sea según su duración (crónico, si dura más de 3 meses, o de corta duración, si dura menos) o según sus características (de conciliación, al principio, de mantenimiento, despertares o despertar precoz, al final).


Hablando del tratamiento, hay diferentes pasos a seguir, como si fuera una escalera en la que fuéramos subiendo escalones según la necesidad.


Medidas de higiene del sueño

  • Seguir horarios regulares: despertarse y acostarse todos los días más o menos a la misma hora. Mantener condiciones ambientales adecuadas para dormir: temperatura templada (alrededor de los 18ºC), ausencia de ruidos y luz, colchón apropiado, etc.

  • Comer a horas regulares y evitar ingestas copiosas por la noche, aunque el paciente no debe irse a la cama con hambre. Es aconsejable tomar algo ligero antes de acostarse, como un poco de leche tibia o un yogur, ya que, además, los productos lácteos contienen triptófano, que facilita la inducción del sueño.

  • Limitar la ingesta de sustancias con efecto estimulante, como café, té o refrescos de cola. También es conveniente reducir el consumo de alcohol, sobre todo por la noche. Eliminar o al menos reducir el hábito tabáquico, ya que la nicotina es una sustancia estimulante.

  • Ir a la cama sólo cuando se tenga sueño y permanecer en ella entre siete y ocho horas. Reducir el tiempo de permanencia en la cama mejora el sueño y, al contrario, permanecer en ella durante mucho tiempo puede producir un sueño fragmentado y ligero.

  • Evitar las siestas largas durante el día y las situaciones que las propicien. En casos concretos, se puede permitir una siesta después de comer, de duración no superior a 30 minutos.

  • Realizar ejercicio físico de manera regular durante el día. Es preferible que sea suave (como pasear, nadar o ir en bicicleta) y que se efectúe durante al menos 1 hora, con luz solar y siempre al menos 3 horas antes de ir a dormir.

  • Evitar actividades excitantes en las horas previas a acostarse.

  • No debe verse la televisión, leer o hablar por teléfono en la cama, para que el cerebro asocie la cama al simple hecho de dormir.

  • Repetir cada noche una rutina de acciones que preparen mental y físicamente para dormir, como lavarse los dientes, ponerse el pijama, preparar la ropa del día siguiente, etc.

  • Practicar ejercicios de relajación antes de acostarse.

Tendremos en cuenta estas medidas siempre, aunque hagamos otros tratamientos, ya que están presentes en todos los casos.


Fitoterapia y Melatonina

Cuando las medidas de higene del sueño no son suficientes, y siempre valorando el caso de cada paciente, podemos recurrir al tratamiento con fitoterapia y /o melatonina.

La melatonina es una hormona que se produce en el cuerpo de manera natural y le indica a nuestro organismo que es el momento de ir a dormir, Estas dos premisas hacen que sea un producto seguro y adecuado para el tratamiento del insomnio, aunque a veces el efecto es insuficiente, sobretodo en personas mayores.

El caso de las plantas medicinales es parecido en seguridad ya que en general presentan menos efecto adversos que otros tratamientos. La valeriana, la pasiflora, la amapola de california, el espino blanco, la melisa, el naranjo amargo o la tila son útiles en estos casos y cada una será más o menos indicada para cada caso. También existen preparados que combinan melatonina y plantas medicinales que están dando buenos resultados.


Antihistamínicos

Para casos leves que no responden a los anteriores tratamientos explicados. Las sustancias más utilizadas son la difenhidramina (sobretodo para dificultad en conciliación) y la doxilamina (más útil en interrupciones o despertar temprano).

En estos tratamientos tendremos que tener especial atención a las interacciones con otros tratamientos , en los efectos secundarios que pueden ocasionar (sequedad de boca y visión borrosa), en el efecto rebote si se retira de golpe y en la posible "resaca" que pueden ocasionar por la mañana.


Por todo esto es importante consultar con el médico o el farmacéutico antes de usar estos productos y para consensuar la correcta pauta al utilizarlos.


Tratamiento farmacológico bajo prescripción médica

Hay múltiples opciones de tratamiento indicadas en cada caso específico, según cuáles sean los síntomas asociados y el tipo de insomnio. En todos los casos necesitamos una visita y una prescripción médica. Por eso es importante, en caso de que el insomnio sea muy prolongado y no se solucione con los tratamientos anteriores, que el médico haga una valoración y seguimiento del caso.


Por tanto, queremos concluir que el insomnio es un trastorno muy heterogéneo y diferente en cada paciente, que vale la pena que desde la farmacia o centro médico se haga la valoración de cada caso, y que a partir de aquí se acuerde la solución más adecuada a cada circunstancia.

Nos despedimos hasta muy pronto, esperamos que os haya sido de utilidad y que para cualquier aclaración o consulta no dudéis en dejar vuestro comentario o venir a vernos a la farmacia.

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