La celulitis es uno de los problemas “estéticos” que afecta a un mayor número de población principalmente femenina (95%).
Aunque se considera estético es un fenómeno que conlleva problemas tanto vasculares (retención de agua) como tisulares (desorganización del tejido fibroso).
La celulitis afecta a mujeres y en menor medida hombres de cualquier edad y de cualquier peso.
Es una modificación del tejido conjuntivo que se caracteriza por una acumulación de grasa localizada debido a un crecimiento exagerado de los adipocitos, que son las células grasas de la hipodermis.
Hay diferentes fases de la celulitis
Formación de edema: hay una deficiente capacidad de drenaje, los adipocitos se atrofian y se engrosan las fibras de colágeno, aunque siguen siendo normales.
Alteración del tejido conjuntivo: este se hace más viscoso. Las fibras de colágeno comprimen los vasos y se retiene agua formando edema.
Se crean micromódulos formados por la acumulación de agua y grasa. Aumenta el volumen de los adipocitos.
Las fibras de colágeno encapsulan los adipocitos, estas fibras se vuelven rígidas, y la piel presenta un efecto acolchado.
Según las zonas de afectación la celulitis puede ser generalizada o localizada. En el primer caso suele afectar a mujeres obesas, empieza en edades tempranas y se acentúa con la menstruación, embarazo o menopausia. En el caso de la celulitis localizada generalmente aparece en caderas, muslos, glúteos, abdomen, rodillas, brazos y nuca.
Tipos de celulitis
Edematosa: aparece en la pubertad. Afecta a los miembros inferiores y se caracteriza con pesadez, dolor de piernas, varices, prurito...
Dura: piel compacta difícil de pellizcar. Aparecen estrías. Dolor al presionar y piel de naranja.
Flácida: hay descolgamiento. Se observan los nódulos al tensar la musculatura. Los principales síntomas son problemas circulatorios, fatiga y dolor muscular.
Las principales causas de la celulitis
Factor hereditario
Desequilibrios hormonales: cambios como la pubertad, embarazo y la menopausia. El aumento de la actividad estrógeno provoca modificación en el volumen de tejido adiposo y retención de agua localizada.
Problemas circulatorios: hacen que haya un aumento de la permeabilidad capilar que produce un menor drenaje linfático y aparición de edema.
Alimentación incorrecta: puede ser provocado por una alimentación deficiente en lípidos, proteínas y azucares. Por otro lado la sal y la poca ingesta de líquidos provoca retención de agua y edemas.
Sedentarismo: perjudica la circulación y hay perdida de tonicidad muscular
Estrés: el cansancio y el estrés favorecen la formación de celulitis.
Otras causas o factores relacionados que también deben tenerse en cuenta como el estreñimiento crónico, las malas posturas, prendas de vestir demasiado ajustadas y calzado con tacones demasiado altos, los hábitos tóxicos como el abuso de café ,té negro o bebidas con cafeína, tabaco y alcohol que afectan a la circulación y sistema nervioso.
Es importante tratarlo en las primeras fases y de forma constante y controlada. Lo primero a tratar es el sobrepeso si existe. Si hay problemas hormonales o circulatorios también hay que actuar sobre ellos con tratamiento médico.
Cuidados estéticos
Ejercicio físico: bici, nadar, caminar, etc.
Alternar frio – calor como por ejemplo sauna
Masajes para activar la circulación
Cuidado cosmético
Productos anticelulíticos tópicos aplicados diariamente y durante todo el año. Pueden ir acompañados de un peeling una vez por semana.
Venotónicos y antiedematosos: evitan los edemas (acumulacion de agua) :castaño de india, centella, rusco, hiedra y vid roja.
Rubefacientes: aumentan la temperatura de la zona de aplicación activando la circulación y el metabolismo local (mentol, alcanfor, salicilato de metilo)
Lipolíticos: reducen los cúmulos de grasa localizada y permiten la degradación (guaraná, té verde, cafeína, carnitina, visnaga,…)
Antilipogénicos: disminuyen la maduración de los adipocitos y así mejoran el aspecto de los cúmulos de grasa (glaucina, genistiva, karkadé,...)
Reestructurantes: contrarrestan la desestructuración, degeneración y reorganización de las fibras del tejido conjuntivo (mucopolisacaridasa, oligoelementos, fibrinolíticos, aminoácidos como lisina y arginina).
También podemos utilizar complementos alimenticios para ayudar al tratamiento tópico.
En cada caso el farmacéutico le ayudara a utilizar el producto o productos más convenientes para su caso.
Nos despedimos hasta muy pronto, esperamos que os haya sido de utilidad y que para cualquier aclaración o consulta no dudéis en dejar vuestro comentario o venir a vernos a la farmacia.