Las medusas son animales invertebrados y muy transparentes, lo que les facilita el camuflaje.
Existen muchas especies diferentes y de tamaños muy variados, pero algunas de ellas son específicas del Mediterráneo.
Cuando la medusa toca a su presa, o nuestra piel, se produce un estímulo de sus sensores y se activan los mecanismos de la picadura, que se produce rápidamente, inyectándose la sustancia tóxica dentro de la piel.
Este hecho produce un picor intenso, escozor, eritema y edema de la zona afectada.
Consejos básicos para las picaduras de medusas:
Un buen remedio para calmar el picor es el aceite de Espliego macho, que aplicado encima de la picadura ayuda aliviar sus síntomas.