Ya ha llegado el cambio de estación y con él la bajada de temperaturas. Nuestro cuerpo es más propenso con el frío al contagio por virus (gripes, resfriados, dolor garganta, gastroenteritis).

Para ayudar a nuestro sistema inmunitario a prevenir y minimizar los efectos podemos tomar una serie de medidas:
Cuidemos la alimentación
Una dieta equilibrada rica en vitaminas y minerales (frutas, verduras, legumbres) ayudan a mantener en buen estado nuestro sistema inmunitario. La vitamina C es un potente antioxidante importante para proteger nuestras vías respiratorias. La vitamina B también nos protege contra infecciones.
La ingesta de líquidos también es muy importante para mantener hidratada la mucosa respiratoria y disolver la mucosidad cuando se produzca.
Descansar adecuadamente
Es importante tener una buena rutina de sueño, al menos de 8 horas ya que el cansancio disminuye las defensas. Evita el estrés físico y emocional. Nos pueden ser muy útiles las técnicas de relajación o sencillamente encontrar el momento para dedicarlo a nosotros mismos o a una actividad que nos reporte emociones positivas. Practicar ejercicio de manera regular aunque sea de manera moderada, caminar, nadar etc. Utilizar complementos que nos ayuden a estimular nuestras defensas. Haremos mención a algunos de ellos cómo son:
Propóleo: Inmunoestimulante y antimicrobiano. También antiséptico, protege contra hongos y bacterias. Lo podemos encontrar en extractos, comprimidos, jarabes.
Jalea real: Estimula las defensas naturales del organismo, aporta energía y reduce la sensación de fatiga. Por sus propiedades antisépticas y bactericidas está considerada cómo un antibiótico natural que protege al organismo frente a infecciones. Aporta vitaminas y minerales.
Equinácea: Usado clásicamente como estimulante del sistema inmune por sus efectos antivirales, antifúngicos y antibacterianos. Es una planta muy completa y nos será útil tanto para prevenir cómo para acelerar la curación en estadíos iniciales. Al igual que el anterior lo podemos encontrar en todas las presentaciones.
Uña de gato: Es una planta con acción antinflamatoria, antiviral, antioxidante, inmunoestimulante y analgésica. Acelera la recuperación en casos de convalescencia.
Probioticos y prebióticos: Cómo ya sabemos están destinados a reforzar la microbiota intestinal, que constituye la primera barrera de defensa del sistema inmune. Una microbiota en buen estado nos ayudará a que el sistema inmune funcione correctamente. Además al ejercer un efecto modulador y no estimulante se podrá usar en problemas de alergias, intolerancias, enfermedades autoinmunes.
Aceites esenciales: Nos ayudan a aumentar nuestras defensas pudiendo incluso alguno de ellos administrarlos desde corta edad en difusor o bien aplicación cutánea (masaje). Ravintsara, abeto, pino, mejorana diluidos en algún aceite vegetal como el de nuez de albaricoque pueden sernos muy útiles.
Por último pensad que ¡¡¡más vale prevenir que curar!!!
Nos despedimos hasta muy pronto, esperamos que os haya sido de utilidad y que para cualquier aclaración o consulta no dudéis en dejar vuestro comentario o venir a vernos a la farmacia.