Los aceites esenciales son los principios activos procedentes de las destilación de las plantas aromáticas. Algunos de ellos pueden ser utilizados tanto para la prevención como para el tratamiento de diferentes patologías y sirven para niños y adultos. Hoy hablaremos de algunos relacionados con las patologías de invierno como gripe, adenovirus y rinovirus.
Los aceites esenciales son los principios activos procedentes de las destilación de las plantas aromáticas.
Las principales vías de administración son la inhalatoria, la cutánea y la oral (ésta última la dejaremos para un profesional en aromaterapia). No debemos olvidar que los aceites esenciales pueden ser potentes activos y que están contraindicados en algunos casos y en algunas patologías.
Aquí os detallamos algunos de ellos que nos parecen interesantes:
Ravintsara
Antiviral, estimulante inmunitario y anticatarral. Puede utilizarse por vía tópica o en difusor.
Como preventivo poner una gota en cada muñeca durante todo el invierno. En tratamiento, tres o cuatro gotas varias veces al día durante 10 días. Apto para bebés y embarazadas, diluido en un aceite vegetal y aplicado en las plantas de los pies.
Eucalipto radiata
Anticatarral, antitusivo, antiviral, estimulante del sistema inmunitario y antibacteriano. Vía tópica y en difusor. Aplicar de 4 a 6 gotas sobre tórax espalda o plantas de los pies.
Niaouli
Anticatarral y expectorante balsámico. También es un potente antiviral e inmunoestimulante (es muy efectivo en herpes labial y zóster). Aplicar de 2 a 4 gotas en la zona a tratar, 8 veces al día.
Pino silvestre
Antibacteriano, antiséptico respiratorio y expectorante balsámico. Uso tópico y difusor. Aplicar 3 gotas diluidas en un aceite vegetal, no directamente porque puede ser irritante, tres veces al día. En mayores de 6 años.
Árbol del té
Es ampliamente conocido y tiene múltiples aplicaciones. Como hablamos de patologías invernales, es un potente antiviral y estimulante inmunitario, también antibacteriano de amplio espectro. Aplicación tópica y en difusor. Aplicar 3 o 4 gotas con un masaje sobre la piel. Tres veces al día durante cinco o seis días. Por vía inhalatoria (difusión) basta con 3 o 4 gotas en un difusor con agua.
Hay preparados (jarabes, cápsulas y pomadas) que ya contienen estos y otros aceites esenciales, si no queremos emplear los aceites directamente o manipularlos nosotros mismos. Podemos utilizar la gama de bebé para los más pequeños y en casos especiales como embarazo o lactancia hay que ir con especial cuidado.
Como hemos visto los aceites esenciales ofrecen una alternativa eficaz y segura, en próximos artículos seguiremos viendo cómo aprovechar su poder terapéutico y cosmético.