La llegada del otoño y del invierno, con bajadas de temperatura, lluvias, disminución de las horas de sol y bruscos cambios térmicos, hacen que sea la época en la que es más frecuente la aparición y transmisión de infecciones respiratorias.
Aunque se relaciona al frío con la mayoría de enfermedades respiratorias, no es el frío en sí el culpable. Uno de los principales motivos es que en invierno se dan las condiciones de humedad y temperatura propicias para la supervivencia de los virus causantes de estas infecciones. Al hacer más frio en el exterior, pasamos más tiempo en espacios cerrados, lo que indirectamente favorece el contagio. Además, al tener encendidas las calefacciones de casa, para evitar que entre el frio, ventilamos menos.
Este año, debido a la situación que estamos viviendo a nivel mundial, a las patologías típicas del otoño-invierno le sumamos la Covid-19, por lo que, si ya de por si nos preparamos para esta época cuidando nuestro organismo, este año cobra especial importancia el cuidado del sistema inmunitario.
¿Qué es el sistema inmunitario?
Los seres humanos contamos con un sistema defensivo, que nos protege contra agentes dañinos para el organismo. Por diversos motivos, cambios de temperatura bruscos, cambios de estación, estrés, mala alimentación, etc. puede disminuir la eficacia de nuestro sistema defensivo y hacernos más vulnerables a padecer infecciones.
¿Cómo podemos ayudar a nuestro sistema inmunitario?
Alimentación
Una dieta variada, equilibrada y saludable contribuye a un buen funcionamiento de las defensas. Es importante que nuestra alimentación incluya frutas y verduras como el pimiento rojo, el brócoli, la naranja, la zanahoria, las espinacas y el kiwi, ricas en vitaminas, minerales y antioxidantes. También son necesarios el pescado azul, las legumbres, el aceite de oliva, los frutos secos, etc. para asegurar un aporte equilibrado de los diferentes tipos de grasas esenciales para la salud. Tenemos que evitar los alimentos ultraprocesados y refinados que disminuyen la capacidad del sistema inmunitario.
Bienestar emocional
Dormir es necesario, no sólo para encontrarnos descansados y con energía al día siguiente, sinó también para que nuestro sistema inmunitario funcione de forma adecuada, ya que al dormir el sistema defensivo aprovecha para regenerarse y fortalecerse en sus funciones contra las toxinas y los gérmenes. Además, la incertidumbre generada por este nuevo escenario, la cantidad de noticias al respecto, las nuevas situaciones a las que nos enfrentamos pueden interferir en nuestro bienestar emocional. Un mayor nivel de estrés o no descansar las horas necesarias pueden hacer que nuestro sistema inmunitario se vea afectado.
Ejercicio
El ejercicio físico realizado de manera regular y moderada, mejora el funcionamiento del sistema inmunitario. Caminar a paso ligero, nadar, montar en bicicleta, etc. pueden ayudarnos. Así que, dentro de lo posible, hay que intentar mantenerse activo
Prevenir el COVID-19
Además de todo esto, este año cobran especial importancia las medidas recomendadas por las autoridades sanitarias para ayudar a prevenir la Covid-19, pero que a su vez nos ayudaran a prevenir otras infecciones estacionales.
No olvides...
En caso de no encontrarte bien, ¡Quédate en casa!
Una ayuda natural
Algunos componentes que pueden ayudar a mantener nuestro sistema inmunitario en buen estado y que, de esta forma, pueda estar preparado ante agresiones externas son:
Quercetina
Es un flavonoide ampliamente distribuido que se encuentra en alimentos como la cebolla, las uvas, las manzanas, los cítricos, el brócoli, etc. Tiene propiedades beneficiosas para la salud, efectos antioxidantes, antiinflamatorios, antivirales e inmunoprotectores.
Reishi
El hongo Ganoderma lucidum, conocido en China como Ling zhi y popularmente como Reishi, se ha utilizado durante miles de años en la medicina tradicional china. Presenta una compleja composición química en la que se han identificado más de 400 moléculas diferentes. Destaca su contenido en polisacáridos, concretamente de β-glucanos, que tienen propiedades inmunoestimulantes e inmunomoduladoras.
Probióticos
Ayudan a mantener la integridad de la barrera intestinal, una de las puertas de entrada de microorganismos más importante y considerada como uno de los principales órganos del sistema defensivo.
Vitamina D
Es una vitamina liposoluble, con diferentes funciones en el organismo. Es esencial para una eficiente utilización del calcio, que es necesario para un correcto mantenimiento óseo. Es necesaria para un correcto funcionamiento del sistema inmunitario y, además, tiene propiedades antiinflamatorias.
Vitamina C (ácido ascórbico)
Es imprescindible por las numerosas funciones que desempeña en el organismo, entre las que destaca su papel en el correcto funcionamiento del sistema inmunitario, en la formación de colágeno. También destaca su función como antioxidante, contribuyendo a prevenir el daño de los radicales libres.
Otros...
Lactoferrina
Proteína que se encuentra en la leche y en otras secreciones como la saliva, las lágrimas, la orina, etc. Tiene acción antibacteriana, antiviral y antifúngica. Es estimulante del sistema inmunitario y ayuda a prevenir las infecciones.
Propóleo
Es un producto elaborado por las abejas que posee capacidad para estimular el sistema inmunitario y, además, también tiene acción antimicrobiana, antiinflamatoria, analgésica y cicatrizante.
Melatonina
La melatonina es una hormona sintetizada a partir del triptófano, en la glándula pineal, encargada de la regulación de los ritmos circadianos. Se ha utilizado con éxito para tratar trastornos del sueño y una lista variada de trastornos que incluyen las infecciones virales.