Hoy queremos hablar sobre la rutina en el cuidado facial, especialmente de la limpieza.
Muchas veces, cuando venís a la farmacia y os preguntamos, nos decís que no os limpiáis la cara. Es muy común oír las frases:
👱 "Yo con ponerme la crema ya tengo"
👯 "No me hace falta, ya me ducho"
👵 "No tengo tiempo"
Y nada más lejos de la realidad. La importancia de limpiar la piel de la cara reside sobretodo en:
Una piel limpia absorbe de manera más eficiente (en más cantidad y más profundidad) los productos de cuidado que aplicamos después.
La piel va acumulando suciedad generada por la contaminación, el polvo y los productos o maquillajes que le aplicamos.
Si no hacemos una correcta higiene, los poros de la piel tendrán más tendencia a obstruirse y la piel se verá más apagada y reactiva.
Los pasos a seguir para una buena limpieza son:
1. Desmaquillar y limpiar: Es el primer paso y más importante. No es adecuado hacerlo simplemente con agua y menos aún caliente, ya que además de no ser suficiente, reseca mucho la piel. Normalmente tenemos tres opciones:
Lociones o emulsiones; aconsejables para pieles secas. Se aplican con gasa o algodón y no siempre es necesario aclararlas.
Geles limpiadores; más adecuados para pieles grasas o mixtas. Usaremos el agua por retirarlos y dejar una sensación de frescor sobre la piel.
Toallitas desmaquillantes y agua micelares; son la alternativa cómoda para ciertas ocasiones, ya que limpian, desmaquillan y tonifican en un solo paso. Aunque muchos expertos no las aconsejan para uso diario puede ser una alternativa para días puntuales.
2. Tonificar: Aunque muchas veces es el paso menos valorado y más obviado, es muy importante, ya que el tónico acabará de retirar los restos de suciedad y limpiador, y además preparará la piel para absorber mucho mejor los productos que apliquemos después.
3. Exfoliar: Según el tipo de piel aconsejamos de 1 a 3 exfoliaciones semanales más o menos profundas dependiendo del grado de intensidad con la que actué el producto. Con una buena exfoliación conseguiremos:
Eliminar mejor la suciedad y evitar granos y espinillas.
Aumentar la oxigenación de las células epidérmicas.
Favorecer la microcirculación y así mejorar la textura y el aspecto de la piel.
Aumentar la penetración y potencia de los productos aplicados con posterioridad.
4. Mascarilla: Aunque no se puede considerar como limpieza de la piel, queríamos aprovechar el artículo para hacer hincapié en la importancia de aplicar una mascarilla 1 o 2 veces por semana, ya que será una manera más potente y activa de tratar los diferentes problemas de la piel. Podemos tratar desde excesos de sebo o suciedad, falta de hidratación o nutrición, pieles reactivas, arrugas, ojeras, bolsas y patas de gallo, etc.
Nos despedimos hasta muy pronto, esperamos que os haya sido de utilidad y que para cualquier aclaración o consulta no dudéis en dejar vuestro comentario o venir a vernos a la farmacia.