La insuficiencia venosa (IV) es la incapacidad de las venas de las extremidades inferiores para empujar la sangre hasta el corazón.
Al fallar las válvulas en las paredes de las venas, pierden su elasticidad y pueden producir hinchazón y la circulación se hace más difícil.
Los principales factores de riesgo son el sexo (la incidencia es mayor en las mujeres que en los hombres), el embarazo, la vida sedentaria, el sobrepeso, las profesiones de riesgo como son aquellas en las que permanecemos sentados o de pie más de cinco horas y antecedentes familiares.
Los síntomas suelen ser pesadez, inflamación de piernas, edema, dolor, picor y rampas nocturnas.
La gravedad aumenta con la edad y hay diferentes estadios, desde la que no presenta síntomas hasta las que producen úlceras, que sería la fase más grave.
Cuando comienzan a producirse las dilataciones se forman las denominadas arañas vasculares, pasando luego a las varices, pigmentaciones, etc.
Como tratamiento sabemos que se tratan con esclerosamiento o cirugía, pero podemos hacer prevención siguiendo unos sencillos consejos:
Evitar el ortostatismo (estar mucho tiempo prolongado de pie) manteniendo periodos de descanso con las piernas levantadas.
Evitar fuentes de calor y baños excesivamente calientes.
Seguir una dieta baja en sal y evitar tanto el estreñimiento como el sobrepeso.
Utilizar medias compresivas.
Practicar algún deporte tal como la natación, la danza, el ciclismo.
Utilizar antiedematosos, venotónicos, protectores de la pared vascular y antioxidantes. También coadyuvantes (que ayudan a los anteriores) tales como diuréticos y laxantes para evitar hemorroides que son parte de la complicación vascular, si fueran necesarios. Todo ello con el asesoramiento de su médico o farmacéutico.
Algunos ejemplos de estos principios activos son el castaño de indias, el rusco, la centella asiática, el hammamelis, la corteza de pino, el ginkgo, el mirtilo, la diosmina y sus combinaciones. Podemos tomarlos vía oral o bien en forma de geles para aplicar tópicamente.
Vamos a hablar, como novedad, de los aceites esenciales que también nos ayudan con la insuficiencia venosa y son menos conocidos.
Ciprés
Tónico venoso y linfático. Se puede añadir a la crema o gel circulatorio (contraindicado en embarazo, lactancia, niños y cáncer estrogénodependiente)
Lentisco
Tiene las mismas propiedades que el ciprés, pero es apto para todo el mundo.
Siempreviva amarilla
Es antihematoma, protector capilar y antinflamatorio. En arañas vasculares puede aplicarse directamente dos veces al día, También es muy útil en rosácea, cuperosis y ¡¡¡bolsas!!! Se puede añadir a geles circulatorios y pomadas.
Aceite de Calófilo
Por último, mencionaremos un aceite, en este caso vegetal. El calófilo, con propiedades venotónicas, se puede emplear solo o combinado con alguno de los aceites esenciales anteriores.
Nos despedimos hasta muy pronto, esperamos que os haya sido de utilidad y que para cualquier aclaración o consulta no dudéis en dejar vuestro comentario o venir a vernos a la farmacia.