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La depresión

Coincidiendo con el día europeo de la Depresión hoy tenemos un artículo muy especial. Colabora con nosotros nuestra queridísima Vicenta Romero, la anterior titular de la farmacia.



Comparte una historia vivida por ella de cerca, basada en hechos reales, y explicada por ella para que todos nos podamos acercar un poco al mundo de las depresiones, con una visión muy cercana y comprensible.


"Cada día me levantaba desanimada, no me concentraba, era incapaz de pensar con claridad. Me sentía cansada siempre, con poca energía. En realidad es que me costaba dormir, mi mente no paraba de tener pensamientos recurrentes y mi descanso nocturno no era reparador. Empecé a tener necesidad de comer dulces y no me podía controlar, me sentía culpable y no lo podía evitar. Mis actos eran más lentos y caminaba despacio.


Todo me costaba un gran esfuerzo. Llegué a cancelar citas en el último momento, no por falta de tiempo sino porque al final lo que de verdad me pasaba es que me faltaban las ganas. Si se interesaban por mí, me molestaba; si me ignoraban, también. Mi nivel de susceptibilidad había aumentado notablemente.


Veía a los demás reírse y de buen humor y no entendía qué me pasaba. Aumentaron las migrañas y mi cabeza se sentía rodeada de una nube negra que me hacía incapaz de pensar con claridad. Mi estómago era un caos, con dificultad apenas digería el arroz hervido, ni siquiera el agua me sentaba bien.


Un día la farmacéutica me preguntó: “¿Estás bien?”. Le conté cómo me sentía mientras ella me escuchaba atentamente, y me aconsejó ir al médico. Le hice caso, fui al médico y el diagnóstico fue "depresión".

Inmediatamente busqué en Internet:


Depresión, del latín depressio que significa abatimiento, es un estado de ánimo transitorio o permanente caracterizado por sentimientos de tristeza, infelicidad y culpabilidad provocando la incapacidad total o parcial para disfrutar de las cosas y acontecimientos de la vida.

Me derivaron a psiquiatría. Allí me encontré una doctora joven que, además de los psicofármacos, me sugirió terapia psicológica, para así poder acelerar el proceso de curación. Me habló del stress post-traumático y de recaptar la hormona de la felicidad (serotonina).

Fui a la farmacia y lo compartí con la farmacéutica. Ella me dijo que según la OMS 350 millones de personas en algún momento de la vida padecen depresión y desafortunadamente la prevalencia es casi el doble en la mujer que en el hombre. También me habló de los factores estresantes como el nacimiento de un hijo, crisis de pareja, problemas laborales, etc.


Además de dispensarme los psicofármacos me sugirió la terapia psicológica al igual que la psiquiatra, me preparó una fórmula de Flores de Bach para tomar simultáneamente con los fármacos y me invitó a hacer una reflexión sobre los momentos difíciles de mi vida.


En menos de una hora vinieron a mi mente los dos abortos que sufrí y que fueron tan dolorosos para mí. La inmensa tristeza que tenía en mi corazón desde la infancia, cuando mi madre falleció; conecté con la niña que no entendió que su mamá no estuviera ahí, y lo sola y abandonada que siempre me había sentido, sentimiento que seguía acompañándome a día de hoy.

También recordé que en Navidad le había encontrado a mi marido unos pendientes preciosos en el bolsillo de la chaqueta que nunca me regaló… ¡Me era infiel! Episodio que había mantenido en silencio y soledad.


Decidida a hacerles caso contacté con una psicóloga clínica que me hizo un acompañamiento terapéutico maravilloso. Cada semana me hacía comprometerme con retos sencillos como caminar una hora, tomar el sol treinta minutos, ordenar el horario de comidas, dejar de quejarme por todo y, sobretodo, intentar ser más comprensiva y compasiva con toda mi familia, amigos, etc.


Poco a poco iba subiendo mi autoestima, sané las heridas de mi infancia y hablé con mi marido. Los pendientes eran para su hermana, él me quería, yo lo sabía.


A los seis meses ya era una mujer nueva, me sentía en paz conmigo misma y, lo mejor, valorada y respetada por mi familia y amigos.

Quiero agradecer a las profesionales sanitarias que me ayudaron en el camino, porqué a pesar de caer en la noche oscura, pude superarla y hoy puedo decir que me siento feliz y agradecida."


Nos despedimos hasta muy pronto, esperamos que os haya sido de utilidad y que para cualquier aclaración o consulta no dudéis en dejar vuestro comentario o venir a vernos a la farmacia.

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