Hoy os queremos dar unas recomendaciones generales de hidratación para personas mayores basándonos en la Guía de "Buena práctica clínica en Geriatría: alimentación, nutrición e hidratación en adultos y mayores" elaborada por la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología y en el resumen de la fundación Edad y Vida.
Estos consejos resultan muy útiles y necesarios durante todo el año, pero cobran mucha más importancia en estos días de ola de calor que estamos sufriendo y en gente de edad avanzada.
La ingesta diaria adecuada de líquidos incluye, de forma general 2 litros en mujeres y 2,5 litros en hombres a lo largo del día, ya sea de bebidas (80%) o de alimentos (20%). Esta ingesta es variable en diferentes condiciones, y será necesario su aumento en ambientes calurosos, actividad física, necesidades fisiológicas especiales o estilos de vida determinados.
Empezar el día bebiendo un vaso de agua de 200 ml facilita la movilidad intestinal y puede ser una buena alternativa en casos de estreñimiento.
Es importante no esperar a tener sensación de sed para beber. Para ello es recomendable disponer de agua o bebidas a mano para facilitar su consumo e incluso marcar unos vasos de agua fijos al día para asegurar un mínimo de consumo.
Otro punto importante es el tipo de líquidos que se consumen y su temperatura. Es recomendable que las bebidas estén a temperatura moderada (de 8ºC a 14ºC) para así hacer más agradable su consumo.
Además del agua, otros líquidos que forman parte del balance hídrico son infusiones, caldos, zumos y néctares de frutas, bebidas lácteas y otras bebidas; en todas ellas hay que ir con cuidado con el aporte de azúcar y otros nutrientes que pueden aumentar también el consumo calórico sin necesidad.
También se puede aumentar la hidratación con el consumo de frutas, verduras y ensaladas, ya que son alimentos ricos en agua.
En el caso de personas con disfagia (problemas para tragar) será importante el uso de espesante o substituir el agua por gelatinas sin azúcar.