Con la vuelta a la rutina, muchos empezamos el año escolar con el cambio de ropa de los armarios, limpieza de los trasteros... y no se nos tiene que olvidar ordenar el botiquín.
Es aconsejable hacer un mantenimiento del botiquín mínimo dos veces al año, esto incluye la revisión del estado de los medicamentos y del material sanitario, (se deben conservar en los envases originales y todos con los correspondientes prospecto) y la eliminación de los medicamentos caducados.
Para deshacernos de los medicamentos en mal estado, los caducados o los restos de blísters y cajas vacías disponemos del punto SIGRE de la farmacia, un contenedor en el que se garantiza una destrucción adecuada de ellos, no se deben tirar a la basura.
¿Dónde hay que instalarlo?
Hay que instalarlo en un lugar idóneo: Con temperatura y humedad poco elevadas y sin cambios bruscos, por tanto el lavabo o la cocina son los sitios MENOS adecuados. Protegido de la luz. Un botiquín tiene que estar siempre cerrado pero tiene que tener un sistema de apertura fácil y fuera del alcance de los niños.
¿Cuál tiene que ser el contenido básico?
El contenido de un botiquín se tiene que adaptar a la finalidad para la cual ha sido creado. Es diferente un botiquín familiar que el que se necesita en una fábrica, un colegio o un club deportivo.
Pero, en general, podemos decir que el contenido básico de un botiquín es el siguiente:
Medicamentos caducados. ¿Qué NO nos podemos encontrar en un botiquín?
Medicamentos que nos recetaron hace mucho tiempo.
Restos de tratamientos antibióticos.
Medicamentos que no sepamos para qué o cómo usar.
Medicamentos en mal estado.
Soluciones extemporánea, suspensiones extemporáneas y fórmulas magistrales.
Medicamentos sin prospecto ni envase original.
Preparados oficinales sin fecha de caducidad.
Termómetro que no funcione.
Tijeras oxidadas.
Pinzas oxidadas.